Me he visto mirándome a un espejo y pidiéndome justicia a mi misma. Estaba en el baño de un bar pensando en que merecía otra cosa. Ahora parece lejano.
Vuelo, Bruselas, vuelo.
Hoy he roto el silencio de mi madre ante la tumba de mi abuela con una broma tonta. He pensado que yo no quería ocupar ningún espacio después de muerta, que tal vez podría convertirme en roca.
Luego he pasado el día jugando con mis primas pequeñas. Me he dado cuenta de lo importante, he vuelto a hablar.
sábado, 1 de noviembre de 2014
La oscura noche del alma
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