jueves, 23 de diciembre de 2010

Me emociono con ello,
pero parece que se haya vuelto algo absurdo a estas alturas.
¿Debería arriesgarme?
Y eso es lo que más rabia me da...
¿Cuándo se convirtió aquello que amaba en algo absurdo?
Es casi descabellado.
Ahora me ha vuelto a pasar, me pasa cada vez que...
a decir verdad no conozco las condiciones precisas para que vuelva a rondar la idea en mi cabeza,
creo que son unas personas concretas las que lo desencadenan.

La emoción o tal vez la suma de no hacer nada en todo el día,
para no empeorar la garganta y no morir por esa tos idiota, que aparece cuando río y tomo chocolate.
Si descubro quién,
si descubro cuando,
puede que consiga ser más racional,
pensándolo sin los factores que lo desencadenan presentes.

O puede que necesite rodearme de ello.
Sentirlo de nuevo.