jueves, 30 de junio de 2011

Manos.No manos.

Si me cortas las manos ¿qué voy a hacer?

Rendirme no entra dentro de mis planes, si acaso modificar sutilmente mi deseo...
Aprenderé a tocar con cualquier cosa, a señalar con cualquier cosa, a rascarme con cualquier cosa, a aplaudir con cualquier cosa, a coger con cualquier cosa, a acariciar con cualquier cosa, a pegar con cualquier cosa. Con mis rodillas antes de que caigan. Les puedo enseñar la música de mi cuerpo, la arritmia de mi corazón y las fluctuaciones de esos extraños líquidos que contengo. Toda esa maraña perfectamente controlada. ¿Ves? 

¡Y sin manos!

Granada



Cómo me puede estar pasando otra vez lo mismo...
Yo ya lo tenía aceptado.
Supongo que puedo engañar a mi consciente,
pero no a mi subconsciente.

Granada, he vuelto a soñarte.

viernes, 24 de junio de 2011

Meses con ellos, es normal echarles un poco de menos.

Debería haberles fotografiado a todos (siempre se me ocurren las cosas tarde). Van a crecer y se olvidarán de mi, al menos la mayoría, supongo. Querría haberles fotografiado - retratos a todo color, llenos de vitalidad- para tenerlos guardados junto a las cosas importantes, mirarles cuando les necesitase y sonreír.

Es algo indescriptible, el cariño que se les puede llegar a coger a esos pequeños, el vacío que se siente cuando uno te dice que se va de la ciudad. Tal vez sólo puedas desearles lo mejor, esperar que sigan siendo igual de especiales y dejarlos marchar.

miércoles, 8 de junio de 2011

El viaje al amor

"Los encuentros individuales, el paraje ideal del amor, eran y siguen siendo raros en los entornos urbanos de ahora mismo. Un físico amigo me explicaba que si arrojáramos al espacio una bola del tamaño de la Tierra, las posibilidades de que chocara con algo serían prácticamente nulas para la eternidad. La aparente densidad de las estrellas es un engaño. El espacio está vacío. Con ese ejemplo sólo quería que me extrañara menos la soledad de la gente aquí abajo, su aislamiento e incomunicación lacerantes."

"Los protagonistas cotidianos del amor y de los celos no reflexionan sobre sus actos y mucho menos son capaces del relato sosegado. En cambio, a los que viven en el mundo de las ideas les está vedado el de las pasiones. Una vida de braguitas y sentimientos al margen de la historia universal es la más corriente entre la gente común. Los que podrían elaborar teorías sobre el amor sólo saben de soledades, desamores y ficciones. Los que viven no saben y los que saben no viven.
-En cuestión de amores, estás en pañales-, me había dicho siempre. Sólo a medias la entendía. Imaginaba que el desconocimiento concernía exclusivamente a las artes de la seducción, que nuestra generación había utilizado tan píamente. Se tarda tiempo antes de descubrir la guerra sin cuartel que puede estallar entre los sexos. Se mantienen abiertas las heridas con cuchillos oxidados. Se clavan alfileres en nervios conectados directamente a un mar de alaridos. Se manipula el tiempo como un cáncer a distancia y se modifican las tácticas sobre la macha, en función de los gestos alucinados de la víctima. Ríete tú de los suicidios con un tiro en la boca y de los atracos a mano armada. Es la ley de la selva sin código ni delitos tipificados, sin tribunales ni fiscales que incoen procesos ni defensores de las presas despavoridas. Campi qui pugui ('el que pueda que escape'), como se dice en catalán, es la única moral vigente en la historia de los sentimientos. Más de mil años glosando el Código de Justiniano han desembocado en un armazón jurídico que sólo ampara la compra de un piso o la letra de un banco." 

domingo, 5 de junio de 2011

Me quiero ir de mi ciudad. Quiero trabajar y no tener que depender de mis padres. Son aspiraciones de lo más normales, no sé porque debería suponer ningún problema.

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